jueves, 9 de octubre de 2008

Los jardineros de la Ciencia Política

Recién, leyendo ¡Burbujas con detergente!, Tomás me contagió su desamor. La Nación sacó una nota hace unos días entrevistando a "los futuros políticos del país", entendiendo como tales  a los estudiantes de Ciencia Política entre 20 y 22 años. Y, les diré, esa nota me parte el corazón.

Más allá de que uno no puede pretender de La Nación algo que no es, no deja de darme bronca que la cara que se muestre de la Ciencia Política sea esa. Justo esa. Esa de las universidades privadas y de los aspirantes a embajador en París. Esa del academicismo berreta al palo. El exponente máximo de los llamados jardineros de la Ciencia Política. Y les cuento una anécdota.

El año pasado, mientras cursaba Teoría Política y Social II, entró al teórico del profesor Várnagy la agrupación de los pitufos, promocionando no sé qué campaña de solidaridad. El profesor los dejó pasar, pero una vez que se fueron dijo que no habíamos votado para ver si dejábamos entrar a las agrupaciones a hablar ("interrumpir") la clase.  E, increíblemente, se abrió un debate. Algunos opinaban que sí, pero si eran cosas como las de los pitufos, "onda tipo solidarias" (gordi). Otros decían que no podíamos saber qué iban a decir antes de decirlo (y sí), y que eso era discriminar. Finalmente una chica tuvo el coraje y dijo lo que yo estoy segura que opinaban muchos pero no se atrevían a pronunciar: que ella iba a la facultad para aprender, que si le interesara algo de las agrupaciones iría a la mesa a preguntárselos, que a ella lo que le importaba era la cursada y no la política. Y entonces, un glorioso amigo mío la interrumpió, girándose en su silla, y le gritó "Pero si no te interesa la política andá a estudiar jardinería...!!!".

Obviamente me cagué de risa, y lo aplaudí. Hubo algunos aplausos más que lo apoyaron y ella se puso como un tomate, aunque (hay que admitírselo) salió a defenderse. Se armó la discusión y finalmente votamos. Pero a partir de entonces, en mi grupo de amigos, quedó instalado el término jardineros para todos aquellos y aquellas estudiantes de Ciencia Política que no les interesa la política. 

Señores de La Nación: hay una diferencia entre ser politólogo y ser político. Uno nunca se recibe de político. No hay que dar exámenes en la facultad, ni presentar una tesis o hacer peligrar su integridad física yendo a cursar. Para ser político hay que hacer política. Y la política es algo que, por definición, se hace de manera consiente. Señores de La Nación: ¿alguno de sus "futuros políticos" entrevistados milita? ¿Hace política de alguna manera? ¿Están en algún colectivo con objetivos políticos? Me parecía.

Este oxímoron (estudiante-de-Ciencia-Política-que-no-quiere-hacer-política) siempre me llamó la atención, aunque con el tiempo me fue indignando. Si no te gusta la política, ¿para qué la estudiás? ¿Cuál es la diferencia entre Política y Ciencia Política? ¿Cuán separadas pueden realmente estar? ¿En serio creen que mucho? ¿De verdad?

La Ciencia Política es una disciplina cuyo objeto de estudio es el poder. No lo digo yo; lo dice cualquier manual del CBC (hasta el de Aznar, calculo). Yo decidí estudiar esta carrera porque cuando cursé la materia en 6to año fue como que agarraran un martillo de acero y me lo estrepitaran contra el cráneo. De repente desarrollé un sexto sentido: veía los hilos de las relaciones de poder por todos lados, tejiendo y entretejiendo la sociedad en todos sus ámbitos. Estudio lo que estudio porque es una herramienta para entender mi realidad, nuestra realidad, y así puedo formar parte de un proyecto más grande y superador de mi pequeña individualidad, para transformar mi realidad y mi país ("y cuando digo argentino, digo latinoamericano"). Simplemente no puedo entender a los pobres jardineros y jardineras que se creen que todo lo que leen y recontraleen no tiene aplicación en la realidad que los rodea. No lo ven. ¿No lo quieren ver? Pregonan a favor del academicismo puro y destilado de consecuencias políticas, cuando yo no puedo dejar de entender a la producción de conocimiento como una forma de construir sentidos, y con ellos, poder

Cada día de mi vida me convenzo más de que tengo que ser una buena y aplicada estudiante, porque así entenderé más mi realidad, y tendré más argumentos para discutir con todos aquellos y aquellas con los que estoy en desacuerdo. No me canso. No voy a bajar los brazos. Amo demasiado a mi disciplina para que la sigan defenestrando así. Y seguiré haciendo todo lo que está a mi alcance para darles la disputa. Porque aunque seamos menos, realmente pocos, y no tengamos su poder hegemónico, seguimos teniendo razón.





7 comentarios:

Bortol dijo...

Me parece excelete tu análisis. Es como estudiar música y nunca tocar un instrumento o componer alguna canción... pelotudos de biblioteca que después analizan todo desde una nube de pedos... como el 90% de los economistas que seguro le maneja la plata de la casa la pareja...

Pelos Lokos dijo...

Interesante la explicacion de "jardineros"
sabes que no es uno de mis topicos favoritos pero respeto tu postura
interesante descripcion
y SI
que esperabas de una nota de La Nacion ?

Anónimo dijo...

Es que, de "La Nazi On" no se puede esperar otra postura que no sea así de tilinga. Sino fijate cuando el facho de Blumberg pretendía ser "apolítico" (¡ja! ¡Contate uno de gallegos!).

Igual me encantó tu análisis. Realmente es muy acertado y coincido en un 100%.

Besos Lu,

H.

Anónimo dijo...

Hay un texto de Weber, si no me equivoco, que habla de la distinción entre el aula y la política. Y yo, que soy la primera en indignarme cuando me habla un economicista como si él mismo no fuera parte del problema que enuncia, debo reconocer que para ser un buen analista hay que separar de cuando en cuando los tantos.
Por otra parte, me parece que desacalificar a quien opina diferente, ya sea burlándose de cómo habla ("gordi") o qué sostiene ("en el aula yo tengo prioridad; para contactar a esta organización hay otros espacios y tiempos --no me divierte ser "audiencia cautiva de las ideologías del pasillo"), poco favor le hacen a nuestra madurez democrática.
Saludos.

Lucía Foos dijo...

El texto de Weber que mencionás, Farolera es el de "La política como vocación" y "La ciencia como vocación", dos conferencias pronunciadas por Weber que fueron compiladas en un libro dado en llamar El político y el científico. Personalmente, es mi texto favorito de Weber (junto con La ética protestante y el espíritu del capitalismo).
Mi estimada, este posteo no pretende rigor académico ni mucho menos. No soy tan prepotente. Estas personas me ponen así no sólo por lo que dicen en las aulas, sino por su falsa conciencia de clase, o su insconsciente concienca de clase, o todo junto. Vamos, no creo que joder a alguien porque habla como un cheto sea menos democrático, che. Ni tan pelado que se le vean los sesos.

Anónimo dijo...

Hola Lanzafuegos,

De la nota de la Nacion veo que pocos tienen (prima facie) 'madera' para lidiar con el (como minimo) complejo sistema politico argentino. Por supuesto el tiempo dira. De todas formas, le sorprenderia a usted el buen uso que algunos jardineros puede tener en jardines palaciegos, al servicio de los intereses argentinos. No todos los embajadores son unos inutiles, ni todos los funcionarios del servicio exterior. El problema es cuando (en el caso argentino) una logica patrimonialista (politica por supuesto) privilegia a quienes mejor pueden desarrollar el cargo, por un amigo de K. Lo ideal, seria conseguir (en el caso de K) un amigo de K que fuera capaz. Soprendentemente, no son muchos los casos :) Los EUA no lo hacen mucho mejor, no se preocupe :) Pero la logica politica, a veces tiene que dar lugar a la tecnica (y no me refiero necesariamente a la economia, sino muchas veces a las ciencias mas exactas). Por supesto en la nominacion de funcionarios, siempre habra politica (porque negarlo) pero porque aunque sea no hay parametros? (que naceran de acuerdos politicos, pero seran parametros)

Los textos de Weber tuve el gusto de leerlos hace tiempo. Me causaron mucho conmocion recuerdo. Porque no es muy facil, como el viejo Max darse cuenta de la paradoja, pero luego...que hacer? Asi se entiende, porque algunos eligen ser jardineros :)

El propio Weber puede leerse como un paisajista de la politica y la sociedad. Max no ejercio demasiado poder en su vida (en la vida privada su senora lo tenia bien cortito al pobre) pero aun asi proveyo muchos elementos sobre con los cuales trabajar.

Tiene todo una implicancia politica? Tal vez, si, tal vez no. Finalmente, depende mucho el cristal o la herramienta que se use, para comprender una realidad. Algo que los economistas, comenzaran a comprender, proximamente, cuando vean que sus test econometricos, se dan de bruces, con sus predicciones.

Finalmente, a mi en lo personal, nunca me molesto la interrupcion de clases para cualquier aviso :) Por ninguna cuestion de principios, simplemente por vago :)
Saludos desde el Sur

Anónimo dijo...

Hola, es la primera vez que entro al blog. tenia la intencion de añadir un comentario en referencia a este asunto pero me trabe en una parte de tu discurso, es el siguiente;

"Este oxímoron" (palabra de elite) "(estudiante-de-Ciencia-Política-que-no-quiere-hacer-política)"

El inciso este me sugiere varias inerpretaciones, ya q consta de muchos significados en la medida q no se limite su polisemia.
Estaria bueno para mi q m expliques, toda vez q te dé ganas, qué entendes vos por "hacer politica".
Un saludo, te felicito por el blog. calculo q me pasare cada tanto.